“Juicio Público De Hebe De Bonafini a Periodistas”

30/04/2010

Sin el acompañamiento del público, Hebe de Bonafini encabezó un circense simulacro de juicio contra un grupo de periodistas.

Ante unas escasas trescientas personas que se acercaron a Plaza de Mayo, se llevó a cabo una parodia de "juicio popular" a los periodistas que, según Hebe de Bonafini trabajaron para la dictadura. "Estos periodistas dejaron que se secuestren niños, que nos quemen las casas y se quedaron callados. El silencio no es salud, el silencio es complicidad", concluyó.

La Asociación Madres de Plaza  de Mayo, encabezada por Hebe de Bonafini, llevó a cabo hoy su anunciado y controvertido simulacro de juicio público contra un grupo medios y periodistas a los cuales adjudicó “haber avalado la última dictadura militar” y solicitó que “sean sometidos a un proceso formal”……..

Finalizada la grotesca puesta de escena en la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini afirmó que se trató de un juicio "ético y político irrefutable" en el cual los periodistas acusados resultaron "culpables de haber traicionado al pueblo, de haber permitido que se mate y se torture, de haber silenciado el horror".

El falso juicio, que se llevó a cabo en un marco de una fuerte puja entre el Gobierno y algunos medios de comunicación, contó con la presencia del funcionario Néstor Busso, presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual (COFECA), vinculado con la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Busso manifestó antes de comenzar su alocución en el falso juicio a los periodistas, que “se presentó por propia voluntad”, tratando así de desvincularla de su función gubernamental, pero en los hechos, su discurso se centró en proclamar consignas políticas e ideológicas a favor de la suspendida Ley de Medios K.

Desconociendo el altísimo nivel de repudio que generó la iniciativa en la oposición, la prensa, y el Senado de La Nación, Hebe y sus seguidoras iniciaron el juicio público puntualmente a las 17:00 y se extendieron por un lapso de más de dos horas, durante el cual pasaron por el palco varios "testigos", la mayoría periodistas adictos al régimen de los Kirchner, que defendieron las acusaciones con “supuestas pruebas” documentales de época.

Entre los “actores” convocados por Hebe para formar parte de la teatralización de se destacaron Pablo Llonto, abogado querellante en la causa que investiga si Marcela y Felipe Herrera de Noble fueron apropiados durante la dictadura, y Carlos Rodríguez, “periodista” de Página 12 y ex redactor de la agencia Noticias Argentinas.

Carlitos Rodríguez hizo dio su visión sobre la realidad que se vivía en los medios de comunicación durante la dictadura, y defendió la postura de NA, que le valió tres días de clausura en la Guerra de Malvinas. Nada dijo del famoso “Estamos Ganando”…

Finalmente, y luego de los alegatos de la "fiscalía"  integrada por Sergio Gandolfo, Lucía García y Luis Arranz, llegó el turno de la sentencia del “jurado popular” integrado por todos los presentes, incluido el escaso público presente.

Unánimemente las personas levantaron la mano y al mejor estilo de aquellos que pidieron la crucifixión de Cristo a Poncio Pilatos, exclamaron el grito de "culpable", expresando de ese modo su posición contra el Grupo Clarín, La Nación, a las editoriales Atlántida y Perfil, y los periodistas Joaquín Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú, Mauro Viale y Samuel "Chiche" Gelblung, entre otros.

Acto seguido, Hebe de Bonafini en su carácter de “autoproclamada jueza moral de la Nación”, se expresó en virtud de la sentencia, aunque evitó dictar una condena para los "culpables".

"Estoy convencida que en un tiempo no muy lejano habrá  también un juicio donde los periodistas pidan perdón por tanta basura, por haber avalado la tortura, por haber silenciado el horror, aunque no alcance", afirmó.

Agregó después que "El próximo es el juicio a los jueces, ellos también van a ser condenados", para concluir con la siguiente sentencia: "Estos periodistas dejaron que se secuestren niños, que se mate, que nos quemen las casas y se quedaron callados. El silencio no es salud, el silencio es complicidad".

A modo de reflexión sobre este patético y penoso Juicio Publico, que no es mas que un miserable acto de intimidación y escarnio público hacia los trabajadores de prensa, solo puedo expresar: “pobre país y pobre pueblo argentino, que tiene que soportar el odio, la violencia, el rencor, los insultos y agravios de estos grupos de terroristas que tienen sus manos manchadas de sangre y nunca han aportado una mierda para el país, mas bien se vienen enriqueciendo a costa de “los desaparecidos y los DD.HH”, y ahora pretenden erigirse en “jueces morales de la Patria”. Una locura.

Ramón Damián Córdoba